Durante su infancia sus padres le amamantaron del amor a esta religión. En 1920, Sayyid Qutb abandonó su pueblo natal para ir El Cairo a vivir con su tío e ingresar en la escuela secundaria. De 1929 a 1933, estudió en Dâr al-‘Ulûm (Colegio de Ciencias) y empezó a escribir en revistas educativas y políticas como Al-Resala. En los años 30 y 40 Qutb se hace maestro durante seis años y después comienza a trabajar como inspector de escuelas en el ministerio de educación egipcio, siendo enviado posteriormente a trabajar a Estados Unidos donde pasó dos años. Volvió a Egipto en agosto de 1950 comenzando su carrera como escritor y publicando algunos libros como “Attaswir Alfanni fil Qur2an” o “Mashahid al9iyama fil 9ur2an”. En octubre de 1952 abandonó el Ministerio de Educación tras diecinueve años de servicio.
Sayyid Qutb mantuvo estrechas relaciones con los Oficiales Libres, protagonistas de la revolución de julio de 1952 que acabó con la monarquía e instauró la república en Egipto. Pero a diferencia de éstos, él mantenía que el Islam debía servir de base al nuevo régimen egipcio.
Se convirtió en el redactor del periódico de los Hermanos Musulmanes justo antes de ser detenido, por primera vez, junto al jefe del movimiento a principios de 1954, pasando tres meses encarcelado. Su segundo arresto tuvo lugar el 26 de octubre de 1954, tras un incidente en Alejandría que fue considerado por las autoridades como una tentativa de asesinato de Gamal Abdel-Naser. Sayyid Qutb fue condenado a quince años de prisión en 1955.
Gracias a la mediación del presidente irakí Abd al-Salam Arif, Sayyid fue liberado en 1964. En noviembre de ese año, publicó uno de sus principales libros, el Ma‘âlim fî t-Tarîq. En este libro, Sayyid acusa a la sociedad islámica en general de haber abandonado los principios del Islam, retrotrayéndose a la barbarie, injusticia e ignorancia de la ŷâhilía, la época preislámica. La acusación de ser ŷâhilí implica que las sociedades islámicas habían dejado de serlo en gran medida y se hacía necesaria una vuelta integral al verdadero Islam, descontaminado de ignorancia, barbarie e injusticia.
El nueve de agosto de 1965, Sayyid Qutb fue arrestado de nuevo, y acusado de haber intentado asesinar a Gamal Abdel-Naser, de traición y de haber preparado un golpe de Estado. En esta ocasión fue Qutb fue condenado a muerte el veintiuno de agosto de 1966 y ejecutado una semana más tarde.
ASPECTOS PERSONALES
Su sinceridad: uno de sus aspectos más relevantes fue la sinceridad que proyectó en sus libros, lo cual hizo que sus relaciones con los diplomáticos fueran imposibles. La revolución de 1925 hizo a éstos pedirle a Sayyid Qutb que fuera el ministro de asuntos internos. Pero no pudo estar más de tres meses en el cargo, ya que no era capaz de moldear su personalidad para agradar al pueblo. Gracias al Islam profundizó tanto en esta sinceridad, adoptándola como forma de vida en cada una de sus palabras y cada una de sus frases. Esto se ve reflejado en la segunda edición de su libro Al-Dilal (Las Sombras). Lo que hizo que nunca dejara de plantearse la importancia de hacer llegar su mensaje aun sabiendo lo que ello conllevaría.
Su valentía: una característica presente en sus actos era la hombría o virilidad que hizo que fuese más fuerte que su instinto sexual. De ese control nace un romanticismo basado en el Islam proyectado en su obra Ashuak (Espinas).
En la introducción de su libro Al Dilal empezó a pisar terreno de los gobernantes, acto que le llevó a la cárcel, lugar donde solía decir que el dedo que señalaba la unicidad de Allah no escribiría nada que le acercase al gobernante opresor. En la cárcel, y en sus últimos momentos antes de la sentencia que decretaría su ejecución, se le pidió por medio de su hermana que pidiese perdón al gobierno y que dijese algo que beneficiase a los EEUU para reducir la pena, él respondió: “¿Porqué pedir perdón? Si estoy siendo bien juzgado aceptaría el veredicto, y si estuviese mal juzgado no me rebajaría a aceptar este injusto dictamen”. En Abril de 1965 un agente secreto entró a su casa, y cuando Qutb le descubrió simplemente le dijo que era de mala educación entrar sin llamar y que la próxima vez le enviasen a una persona, no a un perro. Todo esto sin alterarse lo más mínimo.
Su generosidad: este aspecto siempre va enlazado con la valentía y la pureza del espíritu que desprecia el dinero y los placeres mundanos. Su generosidad las disfrutaban también los presos a los que ayudaba a olvidar su depresión, lo que le hizo ser el verdadero director de la prisión.
Con su sinceridad cumplió con sus promesas, con su generosidad alegró los corazones, con su humildad unió a las personas y con su valentía y fuerza guio a la multitud.
Su humildad: ésta es la característica de los justos, con la que Qutb se sentía superior a los opresores pero igual al resto.
“Esa es la Morada de la Última Vida que concedemos a quienes no quieren ser altivos en la tierra ni corromper. Y el buen fin es para los que tienen temor (de Allah).” Sura del Relato (Al Qasas) Aleya 83.
VIDA POLÍTICA
Entró a formar parte de Los Hermanos Musulmanes en 1951 y expresaba su satisfacción con eso diciendo: “He nacido en 1951”, su intención al entrar no era la de conocer al líder de la organización, Hassan Al Banna, ya que éste ya había fallecido, sino que lo hizo para predicar el Islam a la población egipcia.
Anteriormente vivió durante dos años en los Estados Unidos de América. En ese periodo, el primer acontecimiento importante ocurrió el 13 de febrero de 1949, Sayyid Qutb dice que, mientras estaba tumbado en la cama de un hospital en Estados Unidos vio mucha decoración, muchos colores, música y bailes extraños por lo que preguntó en qué fiesta estaba, a lo que ellos respondieron que ese día habían asesinado al enemigo de oriente, refiriéndose a Hassan Al Banna. Ese acontecimiento fue lo suficientemente grave como para hacer temblar su corazón, y dedujo que este hombre tenía que ser honrado y su predicación debía de ser peligrosa para occidente.
Un segundo acontecimiento ocurrió en la casa del director de la agencia de espionaje inglesa en Estados Unidos donde atrajeron su atención dos cosas: la primera es que sus hijos tenían nombres musulmanes (Muhammad, Alí y Ahmed) y la segunda era que tenía el libro Al-Adala Al Ijtimaiya (La Justicia Social) una de las dos copias existentes en Estados Unidos, la otra la tenía él. Empezaron la conversación hablando de oriente y lo que deparará el futuro, enfocando todo a los Hermanos Musulmanes, de los que el agente dio datos muy específicos sobre los movimientos de Hassan al Banna y sus discursos desde que el grupo estaba formado por sólo seis personas hasta 1949, datos tan específicos que indican que han invertido suficiente dinero, mecanismos y hombres temiendo esta feroz bestia (el Islam). Terminando el encuentro, el agente dijo: “si el movimiento de los Hermanos Musulmanes llega al poder, Egipto nunca avanzará y con su pensamiento no van a dejar que la sociedad se desarrolle adecuadamente. Y nosotros esperamos de los jóvenes sabios como tú que no dejen llegar a esas personas al poder”.
Dice Sayyid que en ese momento se dijo a sí mismo: “Ahora se ha revelado la verdad” y se dio cuenta de que los Hermanos Musulmanes estaban en lo correcto y que ya no tenía ninguna excusa frente a Allah para no entrar al grupo, ya que Estados Unidos no sabe qué hacer contra ellos a parte de bailar y festejar la muerte de sus miembros. Mientras que Gran Bretaña usaba sus tecnologías para combatirlos. Dice Sayyid Qutb: “Me aferré a la decisión de entrar a formar parte de los Hermanos Musulmanes sin ni siquiera haber salido todavía de la casa del director de la agencia de espionaje”.
A partir de 1954 empezó la cadena de obstáculos para la predicación del Islam y presiones sobre los mayores predicadores. Siendo Sayyid uno de los pocos que dieron a esta predicación todo su tiempo, su vida, su sangre y su dinero, y no han recibido de este mundo terrenal nada material a cambio.
OBRAS E IDEAS
La obra más importante de Sayyid Qutb es, sin ninguna duda, su monumental comentario al Corán, titulado “Fi Dilal Al-Quran” (A la sombra del Corán), de treinta volúmenes. Cuando Sayyid Qutb fue arrestado en 1954, dieciséis volúmenes ya habían sido publicados, el resto fueron escritos en prisión con Muhammad al-Gazali como censor nombrado por el gobierno. En 1960 una edición revisada comenzó a aparecer, el volumen XIII de esta edición (hasta la sura 14) apareció en 1964. El arresto y posterior ejecución de su autor la dejaron inacabada. Es esta edición revisada la que frecuentemente es descrita como tafsir harakí, una interpretación del Corán para un movimiento islámico.
Más que propiamente un tafsir, un comentario clásico al Corán, el “Dilal” de Sayyid Qutb es una pormenorizada reflexión sobre el alcance trasformador del Islam. Esta obra se convirtió pronto en libro de cabecera para todos los que buscaban en el Corán la forma de cambiar la sociedad bajo la guía del Islam.
Más que propiamente un tafsir, un comentario clásico al Corán, el “Dilal” de Sayyid Qutb es una pormenorizada reflexión sobre el alcance trasformador del Islam. Esta obra se convirtió pronto en libro de cabecera para todos los que buscaban en el Corán la forma de cambiar la sociedad bajo la guía del Islam.
Su libro “al-‘Adala al-Ijtimaíya fil-Islam” (Justicia social en el Islam), publicado en abril de 1949 y revisado en 1964, fue escrito originariamente con la intención de contrarrestar la influencia de las ideas de izquierda que habían ido penetrando en Egipto a partir de 1940. Sayyid ofrece en este libro una perspectiva islámica, demostrando que la justicia social es un ideal musulmán con raíces propias.
La teoría de la yahilía desarrollada en el “Maalim fit-Tariq”, al que ya hemos hecho referencia, se convirtió en el núcleo de las reflexiones dentro de los movimientos islámicos contemporáneos. Ha habido interpretaciones extremistas y muy nocivas de esta tesis de Sayyid Qutb, una de las conclusiones más duras fue el takfir, la consideración según la cual los musulmanes han dejado de ser tales musulmanes, es decir, que se han vuelto kuffar, negadores en esencia del Islam. Quienes sostienen el takfir se apartan de los musulmanes y los consideran enemigos. Se trata, sin duda, de una postura intolerante que nada tiene que ver con la intención de Sayyid. La yahilíya, según Sayyid, es la situación de degeneración del Islam de la que son responsables los tiranos impuestos a los musulmanes. Su teoría refleja el sentimiento común en el mundo musulmán de estar sumergido en una situación ajena a los ideales islámicos.
Khalid Kourtam y Ayman Bouiri (alumnos de la I Edición del Curso de "Formación y Capacitación de Jóvenes Musulmanes")
